Proyectos de profesores jubilados activos no podrán ser ejecutados

Desde la Oficina de Atención al Profesor Jubilado de la Universidad de Los Andes, se esmeran por valorar el trabajo de quienes han brindado lo mejor de sus conocimientos, pero el reconocimiento y el incentivo se ven afectados por el recorte presupuestario

La profesora Herminia Gil, directora de la Oficina de Atención al Profesor jubilado de la Universidad de Los Andes, manifestó su preocupación ante el recorte del 6 por ciento que sufrió el disminuido presupuesto universitario, ya que el mismo deja por fuera y sin efecto los proyectos ya aprobados por el Consejo Universitario, estos se relacionan directamente con el reconocimiento que hace la institución a sus docentes que por largo tiempo se dedicaron a la docencia e investigación dentro de la institución, o bien por trabajos realizados que han impactado en la sociedad merideña y venezolana.

La representante de los profesores jubilados de la ULA, indicó que la actual problemática presupuestaria es un duro golpe que vive la universidad venezolana, específicamente la que representa, porque les afecta en todo y no podrán funcionar. “Somos una dependencia adscrita al Rectorado de la ULA, nuestros programas y proyectos son de incentivos y reconocimientos para el profesor jubilado que trabaja ad honoren en docencia e investigación, necesitamos dinero, y justo en las prohibiciones impuestas por la OPSU se encuentra la partida de bonos especiales y primas, esta acción financiera ya no podrá ser ejecutada”.

Comentó Herminia Gil, que está planificado, para el mes de septiembre, otorgar diploma y un botón a los profesores jubilados del año 2008, pero que de acuerdo con la actual situación estima no poder cumplir, ya que la impresión del certificado y la adquisición de botones requiere dinero y significa gastos que están actualmente prohibidos, y que la Universidad de Los Andes no posee dinero para su normal funcionamiento, mucho menos para este tipo de actividad extra.

Precisó la profesora jubilada, que los proyectos de la Oficina de Atención al Profesor Jubilado de la ULA se ven seriamente afectados, ya que parten del principio del incentivo hacia la investigación y la docencia. Expresó que el presupuesto de su Oficina está por el orden de los 300 mil bolívares, lo que a su juicio considera no es una cifra alta para el total del presupuesto universitario, sin embargo, para el actual recorte del 6 por ciento es una cantidad de la cual ni siquiera podrán disponer.

“Vamos a luchar para conseguir el dinero, y así dar la satisfacción al profesor jubilado que así lo merece, porque es un incentivo hacia la gran labor que desempeñan ya que trabajan ad honoren, de igual manera, se hará para buscar el recurso económico y lograr pagar el incremento salarial del 30 por ciento previsto en el programa de los profesores jubilados activos, para quienes se había solicitado en su nueva contratación, pero según la información que tenemos del problema presupuestario, esto no podrá ser”.

La profesora universitaria, jubilada activa y representante de este sector, expresó su opinión sobre el problema presupuestario en general, y dijo que la ULA está atada de manos, porque al hacer una revisión de lo que fue originalmente el presupuesto, de lo asignado por el Ejecutivo Nacional, a lo que le resta el recorte del 6 por ciento, menos las partidas de las cuales no pueden disponer, sólo queda para su funcionamiento un 4 por ciento, ante lo cual se preguntó qué es lo afectado, respondiendo al mismo tiempo, que son los programas más importantes de la universidad, como docencia, investigación, escasez de material para la enseñanza, prácticas de campo, viáticos, pasantías, pasajes, proyectos de investigación del CDCHT, intercambio de  profesores, mantenimiento de la infraestructura, transporte, vigilancia. “Todas estas partidas son afectadas, no se pueden tocar las partidas del personal que representa un 90 por ciento del presupuesto de la ULA, además del agravante del incremento salarial del 20 por ciento para el 2009 que es obligatorio para el personal que recibe un salario mínimo. Estamos en negativo con el presupuesto de la Universidad de Los Andes”.

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