Trabajadores y gremios exigen presupuesto para el precario servicio de salud del Camiula

Aunque haya elementos de sobra para decretar el cierre técnico del Centro de Atención Médico Integral de la Universidad de Los Andes (Camiula), la mística de sus trabajadores lo mantienen abierto, ofreciendo servicios en la medida de las posibilidades humanas.
La mañana de este lunes 4 de octubre, se realizó una movilización de un grupo representativo de empleados, obreros, profesionales y médicos de este centro, en los espacios del Edificio Central del Rectorado. La intención fue dejar escuchar la voz  colectiva de preocupación y alerta por la situación de precariedad que presentan, ante el Consejo Universitario y el representante del gobierno en ese cuerpo.
Los  dirigentes gremiales  de estos trabajadores dijeron que el problema no es solo farmacia, sino también un cúmulo de reivindicaciones laborales y salariales no satisfechas, la falta de dotación, la escasez de insumos y problemas de infraestructura, los cuales deben ser tomados en cuenta, dentro de la petición del presupuesto. Insistieron en la necesidad de decretar al Camiula como Clínica Universitaria y que se inicie con el  personal con que actualmente cuenta.

Sin dinero

El grave déficit presupuestario que azota a la Universidad de Los Andes, toca las fibras de este vital servicio asistencial. Demás está decir, que corresponde al Gobierno Nacional decidir si estos venezolanos merecen o no un servicio que es política de Estado.
Fue el Secretario de la ULA, profesor José María Andérez, el encargado de recibir,  en nombre del CU, a estos trabajadores, de quien escuchó el rosario de vicisitudes por las que atraviesan, además de la propuesta de realización de un Consejo Universitario Extraordinario en las instalaciones del Camiula.

Andérez, en franca comprensión de la situación, reiteró que los recursos están en manos del gobierno nacional, como responsable de garantizar la salud y el bienestar laboral de los trabajadores universitarios.
Celebró la unidad de los gremios y representantes de la Federación Venezolana de Médicos, e instó a que nadie saque “tajada política” de esta realidad, pues la salud le compete a todos sin distingos de posiciones ideológicas.

Deliberaciones

Tras culminar el Consejo-Taller sobre la discusión de reglamentos internos, el baremo de ubicación profesoral en escalafón y  otros aspectos académicos, el Consejo se dedicó, con carácter prioritario, a evaluar el caso del Camiula junto al resto de problemas de salud que afecta a los ulandinos. En este sentido, el rector, Mario Bonucci,  tras descartar las posibilidades de alianzas o auxilios de otros centros de salud -dada la crisis hospitalaria que también padecen-  dijo que es urgente cerrar filas y exigir ante el Ministerio de Educación Universitaria que asuma la responsabilidad del caso.

Marchas y remitidos

Al culminar la sesión, la membresía decidió, por mayoría de votos, realizar  una gran marcha de la comunidad universitaria en defensa de la salud. Para la organización de esta actividad de protesta se conformó una comisión organizadora.
Igualmente, por unanimidad, los profesores integrados a los equipos de investigación tendrán acceso al programa de drogas neoplásicas.
Finalmente, la universidad fijará posición pública, a través de un remitido,  en relación con la situación crítica por la que atraviesa el servicio de salud en la ULA.

 

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