Niñas merideñas obesas tienen alta autoestima y buenas calificaciones

La Organización Mundial de la Salud le ha dado a la obesidad un apellido poco halagador: “epidemia del siglo 21”, y es que cada vez son más los que engrosan la lista de personas con sobrepeso. Los niños también forman parte de este “inventario” y los porcentajes asustan, pues se estima que en muchos países uno de cada diez, al llegar a los diez años, es obeso.

Los trastornos psicológicos que acarrea la obesidad infantil (baja autoestima, discriminación social, estrés, ansiedad, angustia) han sido objeto de estudio de muchos especialistas, pero es muy poco frecuente encontrar una investigación que asocie este problema con el rendimiento escolar; y es aquí donde entran en escena July Contreras, Edymar Cegarra, Wollfgangs Calderón y José Tomás Rojas, todos estudiantes de la Facultad de Medicina de la ULA, quienes desarrollaron un trabajo científico titulado “Asociación entre Autoestima, Obesidad Infantil y Rendimiento Académico en niñas de la Segunda Etapa de la Escuela Básica María Mazzarello de Mérida”.

La muestra general para este estudio se conformó con 240 niñas de cuarto, quinto y sexto grado (población general del colegio), con edades comprendidas entre 9 y 12 años. A todas se les tomó el peso y la talla para calcular el percentil 90, valor indicado por la Organización Mundial de la Salud para detectar cuándo un niño está desnutrido u obeso.

July Contreras nos cuenta que 17 niñas estaban por encima de este percentil, es decir, tenían sobrepeso y fueron éstas las que formaron parte del estudio. “Para comparar los resultados escogimos también 17 niñas con peso normal, de modo que la muestra fue de 34 niñas”.

Resultados inesperados

Como ya lo mencionamos, casi siempre la obesidad se asocia con baja autoestima, discriminación social, estrés, ansiedad y/o angustia, sin embargo, los resultados de este estudio son distintos.

“Aplicamos un test de autoestima (GRES-30AE) a cada niña y solicitamos las calificaciones del período escolar 2009-2010 y no encontramos diferencias estadísticas significativas entre las 34 niñas ni en las variables estudiadas, aun cuando la literatura arroja que las niñas obesas presentan menor autoestima y un bajo rendimiento académico”.

El test GRES-30AE, cuyas 30 preguntas fueron adaptadas por el profesor Gregorio Escalante a la sociedad venezolana, se dividió en tres aspectos: hogar, escolar y personal, a fin de valorar los sentimientos y el entorno de las niñas estudiadas.

July Contreras explica que entre los problemas psicológicos encontrados en el estudio –y que probablemente expliquen las causas de la obesidad- encontraron la ausencia de un progenitor o de ambos, una alimentación inadecuada (llena de carbohidratos, grasas y azúcares), falta de ejercicio físico, familiares obesos, hipertensos y/o diabéticos.

“Esta investigación es pionera porque nosotros mezclamos estos tres aspectos en una misma muestra. Sólo en México, el país latinoamericano con mayores cifras de obesidad infantil, encontramos estudios similares y allí los resultados fueron distintos, es decir, los niños investigados presentaron baja autoestima y bajo rendimiento académico”.

Es por eso que estos estudiantes de Medicina -asesorados por Silvana D’Anello, profesora titular de la Cátedra de Psicología Social de la Salud de la Facultad de Medicina- seguirán investigando este tema, pero con muestras de mayor tamaño.

Este trabajo ganó el primer lugar en la mención trabajo libre durante las jornadas que se realizaron para celebrar el cincuenta aniversario de la Extensión Valera de la ULA.

 

 

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