Programa Fray Juan Ramos de Lora continúa su labor pese a la falta de recursos

Domingo Baptista. Coord. del Programa Fray Juan Ramos de Lora (Foto Ramón Pico)

La semana pasada el secretario de la ULA, José María Andérez, sostuvo una reunión con los coordinadores del Programa Fray Juan Ramos, en donde se desarrolló una mesa de trabajo para revisar el desempeño de las diferentes cohortes que han pasado por el programa, esto con el fin de lograr establecer los valores cuantitativos que permitan darle la credibilidad que el programa necesita.

La directiva del programa ha venido solicitando un trabajador que se dedique a la parte estadística, ya que actualmente los dos trabajadores existentes, se ocupan fundamentalmente de la actividad cotidiana del programa y de las actividades programadas, por lo que el trabajo estadístico, es una actividad específica y técnica que requiere de una persona que esté dedicada a tiempo completo. “Lograr establecer las estadísticas en cuanto al rendimiento, la ubicación de los estudiantes de acuerdo con su fecha de inscripción y su desempeño, no es una labor sencilla. Estamos pidiendo información a las dependencias de la Secretaría de la ULA, que tienen que ver con el movimiento de entrada y salida de estudiantes, entre éstas Ocre, Ofae y Ocgre, pero también hemos pedido información a las ORE de las diferentes escuelas, para que nos den datos que nos sirvan para ir primero tomando información y luego analizar resultados de nuestros estudiantes. Esta actividad fue discutida durante la reunión, por lo que la llevaremos a cabo si podemos contar con los recursos necesarios”, señaló Domingo Baptista, coordinador del Programa Fray Juan Ramos de Lora.

Situación presupuestaria crítica

También fue oportuno analizar en la reunión la situación presupuestaria por la que esta atravesando el programa, actualmente el criterio es mantener la cuota que se estableció el año pasado en cuanto a la matrícula, esto debido a la estrechez económica, la cual todavía se mantiene. “Nos desanima un poco tener que decirle a algunos planteles que no van a poder continuar, porque si los aceptamos a todos, más los que están llegando, colapsaríamos. Hoy le estamos dando prioridad a los nuevos planteles y, los que ya tienen años en el programa, tendríamos que frenarlos un poco y esto no es una conducta deseable de nuestra parte, porque nosotros queremos darle oportunidad a todos. Esta es una situación que no es de beneficio, pero hay que ajustarse a los recursos existentes, tenemos la esperanza de que surja algún organismo que le quiera dar un apoyo económico al programa y esta es una gestión que ya está haciendo el Secretario de la ULA”, resaltó el profesor Baptista.

Falta de recursos llevan a la deserción escolar

Es importante destacar que el programa está manteniendo los programas de actualización y mejoramiento pedagógico de los docentes que trabajan en el mismo, esto debido a que su mejoramiento profesional debe redundar en el mejoramiento, rendimiento y calidad de la enseñanza en los estudiantes, porque este es su principal objetivo.

“La gente que está alrededor del programa es oportuno que conozcan lo complicado que le resulta, a la mayoría de estudiantes, trasladarse para cumplir con éste. Hemos conocido que hay muchachos que, por su ubicación geográfica, tienen que pagar hasta 150 bolívares fuertes en transporte, es decir, tienen que gastar semanalmente cada viernes esa cantidad lo cual representa 600 bolívares fuertes mensuales, lo que equivale a casi medio salario de un trabajador del campo lo cuál es sumamente difícil para ellos de cubrir sobre todo si estamos hablando de muchachos de escasos recursos económicos. Esa es una de las razones que va obligando a los padres a retenerlos y sacarlos del programa”, manifestó el profesor Baptista.

La Universidad de Los Andes y la Secretaría de la ULA, ha buscado la manera de solucionar este problema, gracias a que una unidad de transporte le fue asignada al programa, con lo cual busca aliviarle la carga a los estudiantes, sin embargo no se le alivia a todos, sino a un pequeño grupo porque solo existe una unidad. “Los muchachos que vienen al programa tienen problemas que inciden y se va a reflejar en una deserción que llama mucho la atención, lo cual podría ser motivo de una crítica al programa, saber porqué el volumen de muchachos que ingresan en la etapa de formación integral, no terminan, no porque salen reprobados, sino porque abandonan, y ese abandono, en porcentajes, es importante. Me estoy adelantando a aspectos que estamos analizando y que a través de un estudio, que vamos hacer con la ayuda de los docentes de los planteles, buscaremos determinar cada causa que motiva el retiro prematuro de estos estudiantes del programa”, dijo finalmente el profesor Baptista.