Lo histórico y político tras 24 años de El Caracazo
**La Escuela de Historia y el Grupo de Estudios Históricos Sudamericanos (Gehs) de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de Los Andes, realizaron un foro en el cual, investigadores preocupados por lo ocurrido el 27 y 28 de febrero de 1989, ofrecieron visiones de un acontecimiento que aún espera por respuestas
La Cátedra Libre Simón Bolívar de la Facultad de Humanidades y Educación captó la atención de estudiantes de las Escuela de Historia y de Ciencias Políticas, quienes ávidos por conocer aún más sobre los hechos acontecidos durante el 27 y el 28 de febrero de 1989, asistieron al foro que organizó la Escuela de Historia y el Grupo de Estudios Históricos Sudamericanos (Gehs), instancias universitarias que dieron cuenta de investigaciones realizadas tras 24 años de El Caracazo.
La profesora Carmen Carrasquel, coordinadora del Grupo de Estudios Históricos Sudamericanos, habló acerca de la pertinencia institucional y la responsabilidad de la Escuela de Historia en dar a conocer aspectos fundamentales para la comprensión de la historia contemporánea de Venezuela, de allí la importancia que reviste, a su juicio, analizar el tópico del 27 y 28 de febrero de 1989.
El foro contó con la participación de especialistas vinculados al tema, entre ellos, los profesores Enrique Andara, de la Escuela de Ciencias Políticas, y Gilberto Quintero Lugo, del Departamento de América y Venezuela, quienes se hicieron acompañar por el historiador y político Pedro Álvarez. “Es importante que la Escuela de Historia discuta temas como éste, ya que a 24 años de aquellos hechos no podemos hablar de que es historia actual, sino de una historia reciente que ya podemos señalar como un hecho histórico”, dijo la profesora Carrasquel.
Tres lecciones de un evento histórico
El profesor e investigador Gilberto Quintero Lugo, precisó que su participación la basó en las lecciones que derivaron de un evento histórico que aún tiene sus manifestaciones y repercusiones, al respecto habló de tres aspectos que pudieron resultar aleccionadores, a saber: el problema de lo errático que puede ser una política económica en función de atender las necesidades de la sociedad; el problema de la práctica de la cultura política, la cual tiende a privatizar lo público y, finalmente, el problema de la estabilidad e inestabilidad institucional del Estado venezolano. “Estas son las tres lecciones que se pueden derivar de los lamentables sucesos que ocurrieron hace 24 años, del cual, considero no se ha aprendido, aunque sí hay cambios”.
Indicó además el docente universitario que los sucesos del 27 y 28 de febrero de 1989, fueron el preámbulo de una crisis institucional y política que dio paso a que el modelo político fundado en 1958 de democracia liberal, entrara definitivamente en fase de decadencia y de crisis, para terminar reemplazado en las elecciones de 1999 por un nuevo modelo político consagrado en la Constitución que actualmente rige en Venezuela, pero además, también implicó el advenimiento de una nueva clase política en sectores que lideraron las dos asonadas militares de 1992, y después, por vía electoral, llegan al poder y se mantienen en él hasta la actualidad.
“Esa continuidad venida desde 1999 hasta el presente, implica que por primera vez en la historia de Venezuela, sectores llamados de izquierda, llegaron al ejercicio del poder político efectivo en Venezuela, de hecho, son esos sectores los que reivindican esta fecha como una especie de antecedente de lo que posteriormente vino a ocurrir y a permitir el acceso al poder a esta nueva clase política. El 27 y 28 de febrero de 1989, marcaron la ruptura de la vidriera que se había transformado para el resto de América Latina el sistema democrático liberal venezolano, en segundo lugar, generó una situación de crisis que se vino a resolver, precisamente, en 1999 con el advenimiento de una nueva clase política, que a su vez ha propiciado los cambios que estamos actualmente observando”.
Más que un hecho histórico, un hecho analítico
“Estamos haciendo un estudio de algo, a lo cual supuestamente las instituciones públicas y las jurídicas no han brindado respuestas contundentes”, así inició el profesor Enrique Andara su participación en el foro, palabras a las que le siguió un discurso de los acontecimientos contundentes que pasaron el 27 y 28 de febrero. Dijo que más allá de ser un hecho histórico o un hecho analítico, ese fue un proceso que él como estudiante vivió y fue protagonista, pero del cual hoy día tiene la responsabilidad de dar explicaciones convincentes a los estudiantes universitarios en cuanto a lo que sucedió y al impacto que ha tenido el hecho histórico denominado El Caracazo.
“Lo más importante de estos acontecimientos, no es hacer simplemente una revisión histórica de cómo fueron, sino decir que hay condiciones necesarias que pueden hacer que este tipo de hechos, dolorosos para la sociedad, reproducen consecuencias negativas, pero que además se pueden reproducir en esta Venezuela que actualmente vivimos”.
Agregó que un 27 o 28 de febrero son posibilidades constantes en la historia política y social de un país, con repercusiones negativas en el sector económico y productivo, aunado a la psicología social, dado que también es un hecho negativo. “Nosotros no queremos vivir estos acontecimientos, muchos jóvenes no saben la repercusión que hay en esos casos. Es obligación de los que estudiamos el acontecimiento social su discusión con los estudiantes para dar a conocer cómo lo vivimos, y también para ser responsables, al decir por qué hasta el día de hoy no hemos podido explicar por qué la gente salió a la calle y por qué los policías masacraron a buena parte de la población”. (Yasmira Carrasquero. CNP 12405. Prensa ULA)