La ULA conmemoró su origen fundacional comprometida con las libertades democráticas
Salida del desfile de las Autoridades Universitarias
Este 25 de marzo de 2015, se realizó el acto central conmemorativo de los 230 años de creación de la Casa de Estudios que dio origen a la Universidad de Los Andes. Desde muy temprano, la comunidad universitaria hizo presencia en el hall del Edificio del Rectorado donde, profesores, empleados y las autoridades universitarias vistieron de toga y birrete para rememorar los actos de grado tal y como se realizaban en los años de inicio de nuestra universidad. Vale aclarar que la fecha original es el 29 de marzo de 1785, pero se quizo adelantar la conmemoracón como parte de una amplia semana de actos diversos.
El sueño que inició Fray Juan Ramos de Lora, como fundador de esta Casa de Estudios y del Seminario de San Buenaventura de Mérida de Los Caballeros es ahora una universidad que orgullosamente se ha consolidado en el tiempo con acento en la autónomía y un reconocido prestigio, que han catapultado a la ULA como una institución de excelencia.
El evento se inició con el desfile que vistió de alegría y academia las calles del centro de la ciudad, precedido por la Banda Marcial de la ULA. La Basílica Menor de Mérida fue el punto medio de este desfile donde se efectuó una misa de acción de gracias, oficiada por Monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo, arzobispo de la Arqudiócesis de Mérida.
Culminado el oficio religioso, el cortejo académico dio continuidad en el retorno al edificio del rectorado para ofrendar a Fray Juan Ramos de Lora, un manojo de calidez floral en el patio central del Rectorado. El homenaje al fundador de esta casa de estudio, abrió las puertas del Aula Magna para darle paso a la ponencia sobre la Libertad de Expresión cuyo orador de orden fue el presidente editor de el Diario El Nacional, Miguel Henrique Otero.
Las palabras del bachiller Jorge Jiménez, en representación del movimiento estudiantil ULA, dieron inicio al mencionado acto. Inmediatamente el rector Mario Bonucci Rossini, expresó sus palabras de satisfacción por el arribo de la Universidad de Los Andes a sus 230 años de fructífera labor en todos los ámbitos que le son inherentes.
En sus palabras, el rector dirigió un discurso cargado de ímpetu enfocado a la autonomía de una universidad insertada en un pais afectado por divergencias y dificultades políticas y socioeconómicas, pero que sigue inquebrantable en el desarrollo de sus labores con la misma pasión y la misma prestancia. En ese sentido, dijo que: “Hoy, cuando Venezuela atraviesa circunstancias difíciles, el rol de la Universidad de Los Andes continúa siendo inalterable. Seguimos dando lo mejor de nosotros para formar ciudadanos de bien, dispuestos a defender la excelencia y la libertad. Es nuestro propósito que los egresados de esta institución, además de ser profesionales de alta factura, lleven en lo más hondo de sus corazones, hasta el último de sus días, los valores más nobles del ser humano”.
De seguido, el doctor Miguel Henrique Otero como orador de orden invitado para esta ocasión tomó la tribuna del Aula Magna, para disertar sobre la Libertad de Expresión. Otero significó la gran responsabilidad, y sobre todo honor de participar en la ceremonia que conmemora los 230 años de historia de esta valiosa universidad.
Un extracto preponderante de su discurso señala que: “Ahora mismo, un importante sector de la sociedad se mantiene en lucha contra el régimen totalitario, contra el poder desproporcionado de las armas, y todo a pesar del costoso silencio de muchas de las víctimas. Una parte de esta tierra, y ello incluye a la Universidad de Los Andes y a otras universidades nacionales, así como a un puñado de medios de comunicación y con El Nacional como uno de sus factores emblemáticos, ha decidido que no entregará el país, ni rendirá sus convicciones democráticas, ni dejará de hacer los esfuerzos imperativos para el espíritu demócrata, por restituir la verdad o una parte significativa de la verdad, hasta derrotar el avance de la mentira, la expansión ya insostenible de un régimen que no tiene otro propósito distinto al de generar más y más falsedades”.
Miguel Henrique Otero selló su discurso de orden con una frase esperanzadora que develó el escaso tiempo que le queda al actual régimen que gobierna a Venezuela.