Luis Pedro España: “80 por ciento de los venezolanos quieren un cambio”


Es la primera vez en 16 años que vamos a unas elecciones en donde, desde la partida, la oposición va ganando (Foto Ramón Pico)

Recientemente el doctor Luis Pedro España, ex director del Centro de Investigaciones Económicas de la Universidad Católica Andrés Bello, realizó una conferencia en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Los Andes (Faces), denominada “Desigualdad social y crisis”, en donde presentó los resultados de una encuesta social realizada por la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Simón Bolívar y la Universidad Católica Andrés Bello, en la cual se comparan los resultados de esta con la última encuesta de ese tipo hecha en Venezuela en el año 1998 y en la cual no solo mide situaciones extremas, desde el punto de vista social, como lo puede ser la pobreza, sino condiciones de vida en general como por ejemplo el acceso a servicios y otros temas que en el año 98 eran importantes pero no tanto como lo son en el presente, principalmente referidos a la violencia.

El profesor España nos brindó una entrevista, con el fin de analizar el panorama en el que hoy se encuentra Venezuela, de la que dijo que esta es una situación muy inédita, la que se está viviendo en nuestro país, la cual deberíamos a comenzar a llamar “La Crisis del Desajuste”, que es mucho más severa que cualquier ajuste macroeconómico neoliberal o cualquier epíteto que se le quiera poner y que se haya vivido en el pasado. 

-¿Cómo ve la situación inflacionaria en nuestro país?

LPE: -Venezuela nunca había tenido una inflación como la que hoy tenemos y que puede rondar -pues son estimaciones ya que no hay cifras oficiales- el 170 por ciento. La inflación más alta que tuvimos fue en el año 1996 y fue de un 103 por ciento, como consecuencia de un ajuste macroeconómico, pero claro, estos auguraban que el sacrificio de hoy de alguna manera, iba a ser compensado con crecimiento económico, lo cual de hecho fue así, como indican las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) y el Instituto Nacional de Estadística (INE) para los años 97 hasta el 2002, cuando vemos las cifras de consumo, de pobreza, de crecimiento económico, después del ajuste del 96, vemos que la pobreza se redujo y que la economía creció, se mejoró el empleo, que los salarios reales mejoraron a partir de ese ajuste. 

-¿A qué se debe que el venezolano se ajuste a este desajuste socioeconómico?

LPE: - Hoy nosotros tenemos una crisis producto de un desajuste, generando unas consecuencias sociales peores a las del 96, por no referirnos a las del 89 y sin actos de espectacularidad, como fue el 27 de febrero y mucho menos, por qué,  porque tenemos una sociedad mucho más controlada, con unos procesos de control social básicamente a través del miedo y si usted está en una cola para comprar lo que sea y, si ya está obstinado y tiene ganas de empezar a hablar mal del gobierno, comienza a mirar para atrás a ver quién está y le dice bajito al de al lado, que la cosa esta fregada. Esto es una situación de miedo que sirve de contención social y eso es lo que ha permitido que pareciera que la gente se está calando esta situación”.

-¿Cree usted que la situación de Venezuela mejore en los próximos años?

LPE: - Esta situación de inflación, desabastecimiento y empobrecimiento masivo, va a continuar en el 2016. Y por qué va a continuar? Por aquello que ha dicho tanta gente tantas veces, que no puede ocurrir nada diferente si usted sigue haciendo lo mismo, así de simple, y no hay panorama para que nada pueda ocurrir y para saber qué es lo que va hacer el Gobierno Nacional, será remitirnos a lo que ha sido la historia de los populismos en América Latina.

-¿Cuáles serían unos casos emblemáticos de populismo en nuestro continente?

LPE: - Me voy a referir a tres nada más, el caso de Alan García en el Perú, en su primer gobierno a finales de los años 80; los gobiernos que vinieron después de las dictaduras militares en el Brasil, antes de lo que fueron las reformas del presidente Felipe Cardoso; antes de eso era una inflación del 3 mil por ciento y un desabastecimiento similar al venezolano, y al otro que podemos referirnos también, los populismos argentinos. Lo que pasó con estos gobiernos, es que ninguno pudo hacer nada para cambiar lo mal que estaba haciéndolo y no podían cambiar básicamente por dos razones, en primer lugar por razones dogmático-ideológicas, cada vez que algún ministro, llámese Rafael Ramírez, llámese Merentes, llámese Giordani sugiere que mire que por aquí no va la cosa y que hay que empezar a utilizar el cambio, pues por cada uno de ellos, hay más o menos como 500 personas cercanas al gobierno, que más bien amarrados a una ideología, digamos muy equivocada y que no sirve para responder a los tiempos de hoy, pues impiden que pueda haber un proceso de reforma y lo segundo, que casi es tan importante como lo primero y algunos dirían que más, son los intereses mafiosos, ya que es la única palabra que le cabe y son intereses mafiosos por qué, porque son intereses de corrupción. 

-¿Cuáles serían esos intereses?

LPE: - Pues cuando tú tienes unos incentivos para la corrupción tan grandes que básicamente tienen que ver con el diferencial cambiario, como ha ocurrido durante tanto tiempo en nuestro país, en donde hay muchos intereses que no quieren que eso cambie, y tienes por un lado los intereses y por otro lado la ideología, pues tienes todas las dos condiciones para que no cambien las políticas económicas y sociales. Todas las políticas de esos países que te mencioné anteriormente cambiaron, cuando cambio el gobierno”.

-¿Hay posibilidades de un cambio para nuestro país?

LPE: - En Venezuela hay mucha fe y mucho positivismo y es porque el 80 por ciento de los venezolanos dicen que hay que cambiar y claro cuando uno comienza a indagar en las encuestas, para qué quieren cambiar, uno se consigue algo así como “Hagamos lo mismo pero que salga mejor”, esto es un poco raro, pero hemos indagado por ejemplo cuando comenzamos a preguntarle cosas a las personas todas se refieren a cambio”.

-¿De todo esto hay alguna buena noticia para Venezuela?

LPE: - Otra buena noticia, aparte de que el 80 por ciento de los venezolanos quieren un cambio, es que yo sí creo que vamos camino a un cambio político, el cual es muy difícil imaginarse cómo va a ser. Lo que uno desearía es que fuera gradual y que fuera muy negociado. La razón de esto es porque las políticas socialistas que se han dado, no se pueden quitar, ya que el gobierno ha hecho bastante propaganda con este tema. Pero sabemos realmente cuál ha sido la principal transferencia de recursos del Estado hacia la población? Ha sido el subsidio al tipo de cambio y no las becas como todos piensan.

-¿Podría explicarnos un poco más esto?

LPE: - La razón es que por cada producto importado que usted compraba con un bolívar y que con ese bolívar el equivalente era de 2,30, 4,30 y 6,30 bolívares por dólar por ejemplo, a cualquiera de los tres tipos de cambio, con esos dólares, usted compraba menos productos fuera del país que con un bolívar dentro de Venezuela. Ese subsidio era el que generaba la verdadera distribución de la renta, pero el gobierno, por supuesto, no va decir y no dijo absolutamente nada, con referencia a que ese era el proceso de distribución de la renta que estaban privilegiando, sino decían que eran las misiones, y por cada bolívar de gasto público entregado a las misiones, digamos algo así como cien o mil veces más, es la distribución a través del tipo de cambio, pero claro el subsidio al tipo de cambio con un dólar barato y la gente comprando televisores, carros importados o mandando los muchachos para estudiar afuera, etcétera, eso no tiene rédito político, pero las misiones si tienen rédito político, por eso es que todo el mundo tiene en la cabeza que la sustentación política del gobierno eran las misiones, pero desde el punto de vista de propaganda, pero desde el punto de vista utilitario, era el boom del consumo el privilegiado y este fue por un subsidio al tipo de cambio”.

Para finalizar, el profesor España resaltó que el venezolano quiere cambiar, que la gente le dice: “Mira esto como que no funciona”, pero la gente no sabe muy bien cómo hay que cambiar, pero sí parece entender que para poder hacerlo hace falta un cambio político y eso ya está ocurriendo. “Es la primera vez en 16 años que vamos a unas elecciones en donde, desde la partida, la oposición va ganando. Es la primera vez, luego de todos los otros procesos electorales en los que perdieron, ganaron o empataron, en los que la oposición arrancaba con 20 puntos por debajo que la situación se da al revés y eso, yo creo que es una buena noticia, por lo que esperamos que los cambios que se susciten de la posibilidad del triunfo electoral, sean negociados y a largo plazo”.