Rector Mario Bonucci: “Seguimos arrastrando la crisis de 2015 pero nace la esperanza”

Inicia 2016 y con él las universidades venezolanas intentan retomar su funcionamiento con cierta normalidad, permitiendo por lo menos que los estudiantes regresen a las aulas de clases, aunque arrastrando los mismos problemas y limitaciones padecidas en los años anteriores, todo luego de un prolongado paro de profesores y empleados en exigencia de mejoras socio económicas.

El rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci, estima que la situación nacional tenderá a empeorar mientras no se tomen las medidas necesarias, las cuales, a su juicio, se hacen urgentes en medio de una de las peores crisis de la historia venezolana, sin embargo, resalta que la llegada de una nueva Asamblea Nacional abre una esperanza, pues este poder paulatinamente retoma el ejercicio pleno de sus funciones. En la entrevista también se refirió al panorama universitario y las expectativas tras la designación de Jorge Arreaza como ministro de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología.

- ¿Cómo vislumbra el panorama universitario para el 2016?

- Desde hace varios años hemos insistido en la crisis a la que se nos ha sometido al asignarnos presupuestos inferiores a la mitad de lo solicitado, en donde más del 90 por ciento es para pagar sueldos, una pequeña porción para gastos de funcionamiento y una más pequeña aún para hacer academia, que es la esencia de las universidades. A esto debemos sumarle el atropello a la autonomía universitaria mediante la asignación de cupos desde la OPSU, el impedirnos realizar elecciones de autoridades o las violaciones de los reglamentos en el funcionamiento del Consejo Nacional de Universidades.

Todas estas circunstancias siguen presentes y pueden agravarse, sin embargo, considerando que se ha instalado una nueva Asamblea Nacional, en donde casi todos los diputados por el estado Mérida tienen alguna vinculación con la ULA, esperamos que se inicie una relación de comprensión que conduzca a un trato digno a las casas de estudio venezolanas.

- ¿Hay alguna expectativa con el nuevo ministro Jorge Arreaza?

- Ya hemos vivido muchas decepciones. Cada vez que un ministro parece comenzar a tomar un camino de entendimiento, o por lo menos de respeto mínimo con las universidades, es cambiado por uno nuevo,  sin embargo, como universitarios y demócratas siempre tendremos la mejor disposición para trabajar en pro de nuestras instituciones con quien nos corresponda hacerlo; más allá de las ideologías políticas existen asignaciones legales que cumplir, si se procura trabajar más por eso y menos por el culto político seguro avanzaríamos.

- Ya que habla de culto político, ¿qué opinión le merece la nueva Asamblea Nacional y las polémicas que se han generado tras su instalación?

- En primer lugar hay que dejar claro que el debate y el cuestionamiento forma parte de la esencia del Poder Legislativo, esto es lo normal, sin embargo, es algo que no ocurría en Venezuela desde hace muchos años, pues las antiguas asambleas carecían de representación de fuerzas contrarias y la inmediatamente anterior delegó la mayor parte de sus funciones al presidente por la vía de la Ley Habilitante. Es comprensible que resulte extraño ver este comportamiento en el parlamento, pues muchos jóvenes no había presenciado un debate como el que ahora se puede dar. Es importante aplaudir que con esta asamblea también se retorna parte del equilibrio de poderes, el contrapeso natural que debe haber en cualquier democracia.

Sobre las polémicas que se han presentado, hay que recordar que la AN representa a todos los venezolanos, y por tanto no puede ser un espacio dedicado a parcialidad política alguna. Los venezolanos debemos procurar un culto a la institucionalidad por encima de cualquier culto a la personalidad.

- ¿Con este panorama se modifica la postura de las universidades autónomas?

- No. Hoy más que nunca debemos aferrarnos a la defensa de los valores que nos han caracterizado, sobre todo al tener conciencia de que los venezolanos vivimos una de las peores crisis de la historia nacional, pero que aún puede ser peor si no se toman con urgencia los correctivos necesarios, y esto pasa por generar un clima de respeto y entendimiento en donde se trabaje por la calidad de vida de los venezolanos y no por la exaltación de caudillos o la búsqueda de revanchas políticas.

Hoy más que nunca, exigimos que la justicia se haga presente, que la corrupción se desnude ante los ojos de los venezolanos, queremos saber a dónde han ido a parar los millones de dólares que se han perdido y que hoy tanta falta hacen, queremos que el campo venezolano vuelva a ser productivo, que las empresas públicas y privadas llenen nuestros anaqueles y podamos comprar cuando queramos sin importar el número de cédula, queremos que el hampa vaya a la cárcel y podamos vivir sin miedo; todo esto y mucho más debe dejar de ser una solicitud para convertirse en una exigencia del pueblo al gobierno, es nuestro derecho exigirlo y el deber del gobierno cumplirlo.

En el caso de nuestras universidades, además de reiterar la disposición para trabajar conjuntamente en la búsqueda de soluciones para los problemas, también pedimos que se rectifique la actitud de humillación que se nos ha impuesto, que vuelva un presupuesto acorde con la importancia que tiene la formación de los venezolanos y que se nos restituya el derecho a elegir las autoridades, nuevas generaciones con nuevas ideas deben asumir la conducción de nuestras universidades, sin embargo, mientras ese momento llega, me mantendré firme en el ejercicio de las funciones para las que fui electo en 2008.

- ¿Qué mensaje le da a la comunidad universitaria en este momento?

- Que sigamos unidos en torno a lo que creemos, defendiendo el libre pensamiento, la Constitución y las leyes justas. La historia nos está dando la razón. (Ne/PrensaULA/CNP18728)

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