Mario Bonucci: “No hay feliz Día del Trabajador cuando nos ahogamos en la pobreza”

 

 "A los venezolanos sólo les queda la opción de la protesta pacífica para exigir el saneamiento de la economía"

 

El rector de la Universidad de Los Andes (ULA), Mario Bonucci, se refirió este primero de mayo a los trabajadores resaltando que la única manera de honrar a los venezolanos en este día es promoviendo una vida digna, fruto del trabajo: “queremos que se trabaje para vivir mejor, no para sobrevivir”.

“Vemos con tristeza como los trabajadores venezolanos hoy no pueden ni siquiera cubrir la canasta básica con sus salarios”, dijo, y agregó que de nada sirven los aumentos de sueldo mientras no se tomen las medidas necesarias para estabilizar la economía. “En este país ganar mucho no es ganar suficiente, mientras no se asuma con seriedad el manejo de la economía, el país seguirá cayendo en el abismo de la pobreza”.

El rector Bonucci exhortó al gobierno a asumir la conducción de la economía apegados a la realidad: “se necesita seriedad, hay que entender que la economía no se ajusta con decretos, sino tomando medidas que se correspondan con lo que se vive”, puso como ejemplo la destrucción de la producción nacional con el control de cambio y los controles de precios, “mientras más se controle menos se produce, menos habrá para comprar y todo será más caro”, al tiempo que resaltó que los controles sólo han permitido el fortalecimiento de mafias, “en este país hasta para comprar un jabón hay que recurrir a una mafia”.

Frente a este panorama, Mario Bonucci considera que a los venezolanos únicamente les queda la opción de la protesta pacífica para exigir el saneamiento de la economía nacional, pues no es un problema de números sino del sistema. “Si tenemos un motor que está botando aceite la solución no es llenar el tanque cada día, pues se seguirá botando, la solución lógica es arreglar el motor, así pasa con nuestra economía, de nada sirven aumentos de sueldo exorbitantes si no controlamos la inflación y eso pasa por estimular a las empresas a producir más en un ambiente de confianza para la inversión, lejos de controles, amenazas o persecuciones, a la vez que los trabajadores ganen lo necesario para vivir mejor, sin necesidad de dádivas de un partido de gobierno, que a la larga son usadas como mecanismos de control”.

Bonucci considera que no puede haber un feliz Día del Trabajador, pues resulta un acto de cinismo hablar de felicidad en medio de la crisis que padece el país, por el contrario, el Rector cree que este es un día para reflexionar sobre el valor que se le está dando al trabajo en un país que se sigue sumergiendo en la pobreza sin que se vean acciones sensatas para detener esta caída. (NE/PrensaULA/CNP 18728)

 

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