Durante las II Jornadas sobre Didáctica de las Ciencia y la Tecnología, docentes de la Facultad de Ciencias de la ULA, en Mérida, presentaron sus exposiciones y compartieron criterios con docentes de distintos niveles de la educación sobre los problemas de la enseñanza de las ciencias en el país, entre los que mencionan falta de inversión por parte del Estado, desconocimiento y dificultades en la aplicación de políticas en el sector, “miedo a las ciencias” desde la enseñanza primaria por lo cual recomiendan  afianzar el aprendizaje de ésta en el nivel básico, atender necesidades de los laboratorios, adecuar el perfil del docente a su asignación y  asociar la interpretación de resultados con situaciones de la vida real.

Al consultarle sobre el tema, la profesora Rocío Rondón, docente activa de la Facultad de Ciencias de la ULA, en Mérida, al recopilar los que a su manera de ver serían los principales  problemas para la enseñanza de las ciencias, la docente menciona el escaso conocimiento e interés con el que llegan los estudiantes a los niveles superiores porque “actualmente los chamos de media, básica y diversificada que luego llegan a la universidad tienen conocimientos muy deficientes en materia de ciencias básicas y éstas son todo”. Por ello reitera que “hasta que no entendamos que la formación de los chamos en ciencias es lo que va a salvar al país,  no vamos a sacar a nada y el problema está en la formación básica, desde este nivel, porque  los profes estigmatizan este conocimiento y los inhiben a no estudiarlas porque le tienen miedo a las ciencias”.

Adicionalmente, la profesora Rondón menciona que  “destinamos muy poco PIB en materia de ciencia y tecnología, mientras que los países industrializados, además de invertir un alto porcentaje del Producto Interno Bruto en esta materia,   además “invierten un montón de dinero en los educadores para formar chamos que más tarde tengan un compromiso social”.

La profesora recordó una Declaración de la Unesco en materia de ciencias, que, en sus palabras  “describe a América Latina y el Caribe como una de las regiones más inequitativas del mundo,  significa que requerimos un fuerte desarrollo  científico y tecnológico para combatir la miseria, y todo esto es por un bajo nivel en ciencias”.

Sobre el mismo particular la científica hace énfasis en que:

“Venezuela todavía no entiende que los estudios científicos deben responder a las necesidades  del entorno social, entonces si vivimos en una sociedad como Venezuela con problemas inherentes a la misma, los científicos del país deben identificar éstos y tratar de resolverlos a través de la relación entre ciencia -que es  donde se genera el conocimiento-,  tecnología -que es el uso de éste para generar cosas útiles -que son productos-,  y la masificación general a través de la industria porque las poblaciones, a medida que crecen, demandas productos, alimentación, vivienda, salud…”.

Al analizar en el contexto actual del país cómo se está impulsando el área de la ciencia, la profesora Rondón afirma que “considero, independientemente del tinte político,  que este gobierno ha hecho cosas importantes en materia de ciencia y tecnología, sí se tiene el enfoque, pero esto está escrito para una cultura superior, hay cosas bonitas escritas, pero no existe en el país que se apliquen las políticas, el grado cultural de los dirigentes, dónde está la formación cultural?”, se pregunta,  por ello considera oportuno  “desarrollar una línea de pensamiento para crear una cultura  científico tecnológica propia, porque mañana Venezuela corta las relaciones de comercio, cooperación con otros países  y se acaba la población venezolana, acá no se hace nada acá, todo lo compramos fuera”.

En materia del estado actual de los laboratorios para las prácticas de las ciencias, la docente indica que “estamos viviendo una crisis económica, no hay muchos recursos para los laboratorios de la universidad, los cuales se están viendo afectados por falta de insumos, más allá de ésto –aún cuando éstos son importantes para la formación de científicos-, pero como país y creando cultura podemos superar esto y muchas crisis más”.

Para mejorar la enseñanza de las ciencias en el país, la profesora Rocío Rondón recomienda “que se revisen los currículos”. Para seleccionar contenidos dirigidos a la Educación  Básica considera oportuno “que se seleccionen contenidos con relevancia social, afincar en el tema en cualquiera de las ciencias porque todos los estudios de ciencia son interdisciplinarios, todas las ciencias necesitan matemática, los sistemas biológicos son físico-químicos-matemáticos,  pero no olvidarse de estrategias metodológicas que permitan estimular en los chamos vocaciones científicas y desarrollar en ellos compromiso social”.

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Porque el problema de la enseñanza en Venezuela  es el desconocimiento de la relación entre la ciencia, que genera conocimiento, genera tecnología, que resuelve problemas de la sociedad y de una industria, y el problema que los docentes presentan los contenidos de ciencia  de manera operativista, mecánica, memorística, que el chamo no analiza y por eso no ve la importancia, todo el mundo dice quiero ser médico porque salva vidas y no se ha entendido que un científico salva más vidas que los médicos, al crear un procedimiento o medicamento y hay una imagen deformada de los científicos,  se les considera como unos locos, unos ratoncitos de laboratorio y  no se ve que esta detrás de la máquina de computación que usas, del medicamento, del antibiótico que salva la vida,  está el trabajo y el  producto de la labor de los científicos  y se les asocia con algo aburrido”.

Por ello también recomienda  “formar estudiantes prácticos, capaces de detectar problemas en la sociedad y que puedan desarrollar estrategias para resolverlos, estudiantes de las distintas ciencias, científicos, ingenieros, biólogos, médicos que sean de verdad útiles a la sociedad, porque desde que llegamos a la universidad  queremos pasar exámenes, graduarnos y ponernos frente a un escritorio, pero no hay sentido del compromiso con el país y la sociedad, y  Venezuela tiene todos los recursos para salir adelante,  sería un país super desarrollado si esto se asumiera”.

Lenguaje científico e interpretación de resultados

Durante su exposición, otro de los docentes de la Facultad de Ciencias de la ULA, en Mérida, el profesor Félix Aguirre, hizo énfasis en la importancia de precisar en el alumno el uso del lenguaje científico, la interpretación de resultados haciendo alusión a proporciones de la vida real y ubicar al docente en el área de enseñanza a la que más apunte su perfil de formación e interés.

A la entrada de su presentación el profesor Aguirre afirmó que “El compromiso de enseñar es una de las formas más eficaces de aprender”, al tiempo que comentó que el proceso de enseñanza-aprendizaje es bidireccional, porque “aunque los estudiantes no se den cuenta estamos aprendiendo de ellos”.

Entre los problemas que ha podido detectar en el proceso de enseñanza  de la ciencia, en su caso, de la Física y la Matemática, entre los conflictos en el  estudiante encuentra el uso de términos de la ciencia cuya  acepción formal es confundida con el uso popular de éstos en la vida cotidiana, es así como conceptos como el de “calor” y el de temperatura” entre otros se confunden, “lo que evita una comprensión precisa de éstos y su aplicación”, así mismo, afirmó,  “se detecta bajo nivel en la comprensión de la matemática y se presta  a errores en la interpretación o la tergiversación a la hora del uso del lenguaje matemático”.

De parte del docente, comentó haber detectado que en muchos casos  a la hora de la planificación y reparto de las asignaciones en las instituciones educativas no se toma en cuenta  “el interés personal del profesor frente al área de la enseñanza especifica de la ciencia que dicta”. En  el campo de la enseñanza de la Física, por ejemplo, identifica tres tipos competencia del docente que tendrían que ver con el área teórica, el de las aplicaciones prácticas de la ciencia y la del uso de los laboratorios, competencias y áreas de interés del ejercicio docente, que deberían ser tomadas en cuenta, según su criterio, por los planificadores antes que hacer  una “economía de docentes”  mediante la cual “se asignan la responsabilidad de dar una materia o contenidos de ésta a profesores quienes no tienen la competencia para dictarlas”.

Del mismo modo, el docente de la Facultad de Ciencias de la ULA en Mérida, recomienda que en cuanto a “la interpretación de resultados”, producto de las operaciones matemáticas o en las magnitudes que se utilizan en la Física, cuando se manejen cantidades o volúmenes,  “usar relaciones de la proporcionalidad de éstos asociándolos con aspectos y situaciones de la vida real de las personas para que estas conclusiones o resultados queden claras en los alumnos”. Y en consecuencia, se entiende que luego de utilizarse este procedimiento,  el alumno pueda establecer relaciones, comparaciones y la materia vista no se quede solo en el plano de la abstracción y en verdad el conocimiento obtenido pueda ser utilizado para la resolución de problemas de la vida real.