¿Qué significa hoy día ser un trabajador universitario?
Este 19 de marzo fue la fecha elegida para celebrar el Día del Trabajador Universitario en Venezuela, no obstante, los tiempos actuales mezclan sensaciones diversas dada la precaria realidad que está viviendo el país devenido de un régimen político que continúa la ruta de destrucción de la nación.
Años atrás, ser un trabajador universitario implicaba privilegios debido a los beneficios laborales que se obtenían y sobre todo, en el caso de los trabajadores de la Universidad de Los Andes (ULA), era motivo de orgullo llamarse ulandino. Hoy el escenario es distinto, se puede decir que aterrador y asediado por la diáspora.
Los años de entrega a una de las instituciones académicas más importante de Venezuela y Latinoamérica, que pese a todo permanece sólida en sus valores de democracia y pluralidad e históricamente incidente en las luchas libertarias, se han visto oxigenados con la satisfacción y el sentido de pertenencia.
En virtud de esta celebración del Día del Trabajador Universitario presentamos una interrogante, a través de la red social WhatsApp, para estimular el pensamiento de los universitarios, a propósito de la celebración de la fecha en cuestión.
Pese a lo extendido en el tiempo, pues fue formulada con bastante anticipación así como las reiteradas invitaciones a participar mediante una pregunta directa, pocos se atrevieron a responder. Empleados, obreros, docentes y una autoridad, razonaron frente a la vorágine que envuelve estos aciagos días, donde el apego, los sentimientos encontrados, las vicisitudes emergentes y la esperanza destacan del propio verbo ulandino.
Este 19 de marzo, los ulandinos en su día de asueto laboral cavilan en sus hogares y comparten juntos a familiares y vecinos las preguntas de rigor que son el accionar para impulsar los cambios. ¿Cómo sobrevivir? ¿Realmente quiero dejar mi universidad? ¿Qué más puedo aportar para sacar mi país del marasmo? ¿Habré hecho lo suficiente?
La interrogante expuesta nos ofreció como respuestas visiones universitarias muy particulares que no se deslindan de los valores de ser trabajador universitario, las crisis del país y los anhelos de unidad para los cambios necesarios.
¿Qué significa hoy día ser un trabajador universitario?
"Yo diría héroes y sobre todo un gran amor y orgullo de ser parte de lo que significa ser ulista" A.S.
"Ser parte de la familia ulandina representa un importante compromiso, particularmente la institución me formó a mí, a mis sobrinos, a mis hermanos y continúa haciéndolo con mi hijo y parte de la generación de relevo de mi familia; luego nos acogió a muchos como empleados o como profesores, es decir, que tenemos una deuda moral hacia esta casa de estudios. Hoy no es fácil tener relación de dependencia laboral con ninguna institución pública y nuestra ULA no escapa a la situación país. Somos nosotros todavía parte de esa élite que tuvo acceso a privilegios en lo académico y porqué no, hasta en lo económico y nos corresponde luchar, guapear y demostrar el talante del que estamos hechos para mantener a flote el barco del que somos parte. ¿Qué significa hoy ser un trabajador universitario? Significa entonces ser un venezolano más que se ve despojado de sus derechos, a quien le han vulnerado sus elementales principios pero que, si decidió quedarse, debe afrontar con entereza y gallardía su rol y haciendo honor a la impronta de ulandinos, continuar la batalla para mantener la serrana y bicentenaria universidad autónoma, libre, plural y democrática" M.L.
“La vocación y el sentimiento de ser ulandino es lo que motiva a sortear todas las vicisitudes para llegar a una oficina donde no tienes nada para trabajar, con unos sueldos que, en el mejor de los casos, te permite comprar alimentos para ti y tu familia para tres días, ser empleado universitario hoy día es trabajar por amor al trabajo, a la institución" H.P.
"Ser un trabajador universitario hoy día significa ser un persona abrumada de dificultades, luchando por sobrevivir y un observador, en vivo y directo, de la pérdida de su calidad de vida y de la pérdida de su cualidad como ciudadano." B.A.
"Tal como lo veo, el trabajador de la ULA lucha por que la institución permanezca abierta ¿Cómo? Trabajando duro, sí, trabajando muy fuerte, muchas horas luego de las 4 de la tarde y hasta altas horas de la noche, fines de semana y días de asueto para poder comprar comida y tener para el pasaje y así poder ir a seguir manteniendo las puertas de su Alma Máter abiertas y funcionando aunque sea a la mínima expresión y a veces colocando dinero de su bolsillo. Una secretaria almorzaba días atrás solo 2 plátanos sancochados y tapaba su plato por pena de que observaran lo que pudo llevar para comer. Cada día se suman más necesidades y agentes que generan estrés y aún así nos negamos a cerrar a la ULA apostando a un mejor mañana y en señal de tanto agradecimiento por los años de bienestar que la institución nos ha dado. Apuesto porque Dios tome control y ordene nuestra nación y, por consiguiente, nuestra universidad." J.J.
“Los trabajadores universitarios formamos parte de una comunidad universitaria que hoy día vemos con mucha tristeza el deterioro de nuestras instituciones y por ende de nuestros salarios, renuncias masivas de profesores, empleados y obreros nos deja una clara visión de la profunda crisis que atravesamos los trabajadores universitarios" N. CH.
"Un trabajador universitario debe ser aquella persona que sin importar las adversidades por las que está pasando actualmente nuestra querida Universidad de Los Andes y las dificultades económicas del país sea una persona comprometida con su trabajo, honesta, íntegra, diligente, responsable, que preste un servicio y atención de calidad, que su comportamiento esté a la altura de la universidad que representa, una persona que la defienda de agresiones de propios y extraños" I.R.
“Como autoridad de esta universidad, ya rumbo a sus 233 años, este día es una oportunidad más para invitar a reflexionar sobre el futuro de nuestra casa de estudio junto a un país que se desmorona. Hoy los trabajadores universitarios ven menguadas sus posibilidades y su calidad de vida ante una agresiva e incomprensible asfixia presupuestaria y una Venezuela devastada que, día a día, se ve empujada hacia un camino cada vez más incierto. Estamos padeciendo una atroz crisis económica, política y moral, centrada en una histórica y galopante destrucción de este sistema de gobernar. Ante estas injusticias: unión, unión y más unión, rechacemos los falsos líderes, pues los ciudadanos de bien lograremos avanzar ante toda adversidad”. M.B.
Este 19 de de marzo los ulandinos, en su día de asueto laboral, recordamos también como ejemplo de superación y entrega a su universidad al doctor Juan Nepomuceno Pagés Monsant, quien de obrero supo crecer en formación para llegar a ser rector. Hoy los ulandinos reflexionan en sus hogares y comparten, juntos a familiares y vecinos, las preguntas de rigor que son el accionar para impulsar los cambios, interrogantes convertidas en letanías que son parte del día a día: ¿Cómo sobrevivir? ¿Realmente quiero dejar mi universidad? ¿Qué más puedo aportar para sacar mi país del marasmo? ¿Habré hecho lo suficiente?