Actos vandálicos contra la ULA tienen nombre y apellido
Las amenazas a la Universidad de los Andes (ULA), debatidas una vez más en el reciente Consejo Universitario, dejan en claro los posibles y frecuentes escenarios de ataques a la academia universitaria por parte de sectores de la revolución que, consuetudinariamente, montan sus actos vandálicos y de intervención en pleno receso vacacional de agosto.
La mañana de este 9 de agosto de 2019 no fue la excepción cuando las paredes de los edificios históricos de la ULA y la Gobernación del Estado Mérida fueron objeto del pensamiento de estos sectores afectos al régimen que usurpa el poder, mediante un acto que tuvo un gran eco de rechazo por diversas redes sociales, plataformas de mensajería, noticieros digitales, espacios radiofónicos y la propia calle.
El profesor Francisco de Jongh, catedrático de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la ULA, se planteó una interrogante "¿Qué se puede esperar de seres iletrados? Quieren dominar con la ignorancia y la fuerza lo que jamás lograrán con méritos".
Por su parte el secretario político del Comité Ejecutivo Seccional de Acción Democrática y ex dirigente estudiantil universitario, Guido Mercado, dijo al respecto: “Basta de vandalismo. El agravio contra los edificios de la Universidad y la Gobernación por parte de afectos al régimen debe ser rechazado por todos y sumar solidaridades con el gobernador democrático y el equipo rectoral”.
El decano de la Facultad de Arquitectura ULA, Argimiro Castillo, expresó por su parte que los daños causados al patrimonio arquitectónico de la ciudad de Mérida es el regalo que afectos al régimen dejan a lo que queda de educación superior en Venezuela.
Igualmente los ciudadanos que durante la mañana de este viernes 9 de agosto cruzaron el casco histórico de la ciudad de Mérida mostraron absoluta indignación, entre ellos la señora Carmen Lobo, quien dijo sentirse erizada de piel ante este acto de delincuencia contra una universidad que "... tantos buenos hombres y mujeres formados ha dado al país...".
La dirigencia estudiantil también se acercó al Edificio del Rectorado para manifiestar su posición. En este sentido, Karen Barrera dejó claro a los sectores violentos que siempre han atentado contra la universidad que la defensa se mantendrá “Ellos saben que para este régimen dictatorial no hay más salvación. Están en sus últimos tiempos y acá estaremos firmes”.
Un indignado Francisco Bongiorno, docente de la Facultad de Ingeniería de la ULA dijo: “... A los ojos de todos, es una gran vergüenza cómo una banda de malandros y delincuentes afectos al régimen vuelven a mancillar la universidad y este edificio que es patrimonio cultural y arquitectónico de Venezuela...”.
Estos enfoques de catedráticos, dirigentes políticos y ciudadanos se enfilan en la sólida demostración de que la ilustre Universidad de los Andes es un santuario de ideales convertida en una piedra en el zapato para el pensamiento del retraso y la violencia. Son 234 años de historia para una casa que seguirá de pie sobre portentoso cimientos.