Descomposición social y crisis humanitaria inciden en violencia

Según cifras presentadas por el Observatorio Venezolano de Violencia, para el año 2019, los cinco primeros estados más violentos del país fueron Miranda, Bolívar, Aragua, Distrito Capital y Guárico. 

Satisfactoriamente Mérida se ubica en la última posición, puesto 24, de estas cifras que dejan al descubierto los niveles de descomposición social al que está sometido el país, gracias al régimen usurpador.



A pesar de que la entidad andina presentó una disminución de la tasa de homicidios, en un 12%, preocupa en otros renglones tales como el incremento en un 100% del número de muertes por resistencia a la autoridad, además de un incremento en 67% del número de casos que no se han determinado las causas y se mantienen bajo averiguaciones. Lo que lleva a un incremento de 31 muertes violentas por cada 100 mil habitantes.

Gustavo Páez, Coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Mérida, explicó que la aparente disminución en el número de homicidios podría deberse en parte a la emigración de merideños, tanto víctimas como victimarios, entre otros aspectos.

De igual manera, destacó que existe un incremento del número de victimarios pertenecientes a los cuerpos de seguridad del estado (pasó de 5 a 20% de los casos registrados). Asimismo como que en un 67% de los delitos cometidos se usaron armas de fuego y en un 21% la fuerza física.

Para el Observatorio,  la Zona Panamericana de Mérida continúa siendo el eje de la violencia en el estado, siendo el municipio Tulio Febres Cordero el que encabeza las estadísticas, seguido de Pueblo Llano, Alberto Adriani, Obispo Ramos de Lora, Campo Elías, Caracciolo Parra, Zea y Justo Briceño.



El cada vez mayor número de suicidios en la entidad andina, es también objeto de preocupación para el observatorio que ha determinado que los suicidios se han incrementado en un 80% por ciento. La tasa está rondando los 21-22 por cada 100 mil habitantes, lo que les ha permitido proyectar la tasa de Venezuela entre los 9 y 10 suicidios por cada 100 mil habitantes.

Estas cifras demuestran que la descomposición social por la que atraviesa hoy en día el país, la crisis económica y política, asociada a las políticas públicas o la inexistencia de ellas, quizás no acordes o erradas, por parte de las autoridades competentes han generado esta crisis humanitaria compleja y no hay duda que el estado Mérida, que forma parte del país, está inmersa en esa realidad.

Para el investigador, Gustavo Páez,  la crisis tiene un peso preponderante en el aumento de una tasa u otra de violencia en el país.