Práctica escolar cotidiana se aferra a teorías pedagógicas tradicionales

 

 

El doctor Armando Santiago durante su disertación sobre el Saber Pedagógico (Foto: Geraldine Rincón)

 

Durante un simposio sobre Saber Pedagógico enmarcado en el Congreso de Pedagogía que se realizó recientemente en el Núcleo Táchira, el doctor Armando Santiago expresó “la necesidad de revisar las razones por las cuales el acto educativo de la práctica escolar cotidiana se aferra tanto a los aspectos tradicionales con algunos toques o indicios  del conductismo, especialmente en la evaluación".

Esta afirmación la expuso luego de revisar algunas investigaciones efectuadas por los destacados investigadores argentinos Silvia Cordero y José Sbearzman, quienes se han detenido a revisar la práctica escolar a la luz de las distintas teorías que sustentan la Pedagogía, quienes luego de entrevistar a docentes en ejercicio, descubrieron –tanto en Argentina y fundamentalmente en Brasil-,  que los profesores cuando han sido entrevistados respecto a como se definían frente a los distintos postulados que orientan su práctica educativa, ellos se asumían  “como teórico críticos, pero cuando les observan la clase se desarrollan como docentes afectos a la teoría tradicional, con algunos barnices de conductismo”.

El profesor Armando Santiago, quien centró su exposición en las relaciones entre el saber pedagógico y la construcción de las teorías pedagógicas, también hizo énfasis en  que “se debe entender que el saber pedagógico y las teorías pedagógicas no son estables sino que están en un proceso permanente de transformación y que los cambios tanto en el saber como en las teorías están relacionados con la practica escolar cotidiana”.

Sobre estos aspectos también destacó que “es en la práctica escolar donde nosotros vamos desarrollando lo que consideramos nuestro punto de vista sobre el saber pedagógico y éste recoge lo que es la experiencia, lo que es la práctica y lo que es el desenvolvimiento del acto educativo, lo que diría el profe Ugas el acto educante, ese proceso de construcción, de elaboración, nos lleva a plantear que para poder entender esa relación entre el saber y la teoría pedagógica nos vamos a encontrar en la necesidad de hacer epistemología”.

Las condiciones históricas y el acto pedagógico

Recordó de nuevo a los autores argentinos citados al inicio para inferir que “ellos hablan también de la necesidad de entender que el acto educante tiene mucha relación con las condiciones históricas, dónde ocurre, para nosotros serían las condiciones históricas”.

 

 

Parte del público asistente al Congreso de Pedagogía  (Foto: Carlos Martínez)

 

Respecto a estas condiciones históricas, también recordó que “ya los discursos que en la década de la segunda mitad del siglo XX hablaban del subdesarrollo, de la dependencia y luego del fin de siglo y en lo que va del nuevo milenio, estamos encartonados en el tema de la globalización, todos esos acontecimientos históricos están influyendo porque ante lo que estamos viviendo y del incremento de las necesidades de la sociedad, se requiere de un ciudadano con capacidad de entendimiento del mundo en que vive, ese entendimiento nos llega a hacer ver que necesitamos de una teoria pedagógica que nos ayude en eso y que esa teoría se está nutriendo del saber pedagógico de los profesores”.

“También esos profes consideran que es necesario entender que el saber pedagógico también tiene relación con el paradigma de la investigación, cuando hablamos de las visiones paradigmáticas hacemos énfasis en el positivismo y la orientación cualitativa de la ciencia, pues gracias a esta última hemos venido observando que hay una excelente oportunidad para, en este caso, conocer el saber pedagógico de los docentes pero  que nos sirva para la construcción de una nueva teoría,  que es lo que estamos desarrollando en el Doctorado de Pedagogía”.

Del mismo modo apunta que “luego entonces consideramos la importancia de entender que el saber pedagógico se está convirtiendo en una referencia de primera importancia  en el plano de la interpretación de lo que es el acto educativo, la necesidad que tenemos como sociedad -con una educación permanentemente cuestionada-, pues nosotros encontramos la necesidad  de plantear, de hacer un poco de reconstrucción histórica, y al respecto trabajamos lo que consideramos la pedagogía tradicional pero también cómo desde ésta se construye el saber pedagógico”.

“Hicimos lo mismo con el proyecto pedagógico conductista que tiene mucha relación con el planteamiento de la educación tecnocrática, pero que también, de una u otra forma, nos ayuda a resolver con el saber pedagógico, entender la explicación, las razones por las cuales el acto pedagógico cotidiano, el acto de clase, adolece de una serie de fallas que se concretan fundamentalmente  en la labor de un profesor dador de clase”.

Del mismo modo apuntó -para cerrar los que fueron sus planteamientos centrales presentados durante su disertación-, que “por considerar como una base de transformación de lo que ocurre en el aula de clase, en la década de los 90 se planteó la necesidad de aplicar los fundamentos teóricos y metodológicos del constructivismo piaggetiano, pero adaptados a las circunstancia de la pedagogía, eso trajo como consecuencia que el saber pedagógico construido allí, refleja fundamentalmente afecto a lo tradicional y afecto a lo conductista, es decir, no se aplicó el planteamiento constructivista,  lo mismo ocurre con el sentido de la pedagogía crítica y ver el saber critico, y nos encontramos entonces que tanto el constructivismo como la teoría critica no han llegado todavía a manifestarse, a revelarnos el saber pedagógico que los profes han construido en relación con esas teorías”.

El doctor Armando Santiago, docente titular del departamento de Pedagogía quien ha sido coordinador de la Maestría en Enseñanza de la Geografía, dedicó su exposición y participación en el evento “a tres destacados pedagogos tachirenses, al doctor Antonio Arellano Duque, al profesor Gabriel Ugas y a la profesora Georgina Calderón”.